Budapest: la ciudad de los baños termales | Palabras

2022-07-15 21:24:12 By : Ms. Yolanda Bai

Budapest se asienta sobre una falla geológica de la que emanan más 120 fuentes termales naturales y la convierten en la “ciudad de los spas”.

Por esta razón, la ciudad alberga una impresionante selección de baños termales, muchos de los cuales datan del siglo XVI. Algunos se encuentran dentro de palacios, sobre terrazas con vistas al Danubio e incluso en un antiguo baño otomano. Hay realmente numerosos centros en la ciudad, varios de ellos entre los más bellos de Europa. Si bien hoy día se los llama spa, estos balnearios tienen su origen en los antiguos baños romanos.

No conoces completamente Budapest si no visitaste uno de sus balnearios. Entre los más populares se encuentran el Szechenyi, el Lukács, el Rudas, y el clásico entre los clásicos, el Gellert Spa, nuestro elegido de hoy. 

El Balneario Gellert es considerado uno de los más hermosos de Europa. Está ubicado sobre la rivera oeste del Danubio, del lado de Buda (la ciudad divida por el río está conformada por dos zonas: Buda y Pest). Ofrece múltiples servicios e instalaciones: masajes, saunas; piscinas terapéuticas, termales y al aire libre, de burbujas, con espuma, con olas y algunas solo para niños. Tratamientos de belleza, medicinales con agua y cámaras de sal también estás disponibles.

Además, el Gellért Spa se ha convertido en uno de los lugares para eventos más codiciados de la ciudad, especialmente para desfiles de moda, exposiciones de arte, corporativos privados, conciertos y como sede de festivales en el Hotel Gellért. 

Gran parte del atractivo se debe a su espectacular arquitectura. Basta con cruzar la puerta para deslumbrase con la belleza, de estilo Art Nouveau, de sus interiores y en las áreas de piscinas. Este fue el último edificio diseñado por los famosos arquitectos Artúr Sebestyén, Ármin Hegedűs e Izidor Sterk en este estilo. Los cerámicos Zsolnay y las hermosas vidrieras cumplen un papel fundamental en la ornamentación y lo hacen único. 

Las aguas termales del spa, que oscilan entre 35 y 40º C, y contienen magnesio, calcio, hidrocarbonato, álcalis, cloruro, fluoruro y sulfato; extraídas con bombas desde las profundidades al pie de la colina. Son estos minerales los que aportan tantos beneficios para la salud de sus visitantes, quienes acuden masivamente y en muchos casos por razones médicas.

Las aguas termales de este balneario se comenzaron a utilizar en el siglo XIII. El rey húngaro Andrés II hizo construir, al pie de la colina Gellert, un pequeño hospital para aprovechar las propiedades sanadoras y de higiene para personas convalecientes.

Más tarde, en el siglo XV, las aguas subterráneas bajo las colinas de Buda empezaron a extraerse a través de pozos. Los monjes húngaros, los Caballeros de San Juan, los ermitaños, los soldados turcos y los pashas,consideraban mágicos y milagrosos los poderes curativos que tenían estas aguas. 

Pero los primeros baños, en el asentamiento actual, se construyeron cuando los turcos otomanos ocuparon el reino húngaro y tomaron el palacio real, el Castillo de Buda, durante el siglo XVI. Estos baños fueron llamados Acik Illiye.

En 1686, cuando terminó el asedio del castillo de Buda, y la ciudad fue reconquistada por el ejército austriaco, el baño pasó a ser propiedad del médico de cabecera de Leopoldo I, Emperador del Sacro Imperio Romano, Rey de Hungría y de Bohemia. Las piscinas de minerales naturales de la colina de Gellert eran conocidas por entonces como Sáros Fürdő, un nombre que hacía referencia al lodo que se formaba en el fondo del agua en conjunción con los minerales.

Pasaron casi 200 años para que se construyera un edificio con cómodo acceso, e higiénico, a las aguas curativas. Fue cuando el baño termal comenzó a llamarse St. Gellert, tomando el nombre de la colina sobre la que se asentaba. 

La estructura original fue destruida unas décadas más tarde para dar lugar al proyecto del Puente de la Libertad (Szabadsag Hid), y al diseño del spa termal más pretencioso de Europa hasta el momento. 

Corría el siglo XIX y este tipo de baños se había puesto de moda en todo el mundo. Atentos al estilo de la época, el proyecto ganador correspondía al hermoso palacio Art Nouveau que hoy conocemos. Este nuevo edificio incluía un hotel-spa en Budapest y los baños termales: el Danubius Hotel Gellert y los Gellert Spa & Baños Termales.

Para imaginar lo innovador que resultaba este centro ya en 1927 tenía una piscina con olas en su interior, una novedad absoluta para aquella época. En el mismo lugar, y con el correr de los años, los baños fueron agregando nuevos servicios e instalaciones, como la piscina al aire libre y la icónica “piscina de burbujas” en 1934.

La Segunda Guerra también dejó su huella en él, sobre todo en el ala destina a mujeres que sufrió muchos daños al igual que la fachada, los baños termales y todos los servicios en esa sección. Para los años de post guerra Hungría había quedado muy empobrecida, y los arreglos se realizaron con materiales de segunda que relegaron el esplendor que había tenido la estructura original.

Recién en 2008 comenzaron las obras de remodelación y reparación para devolverle la belleza y prestigio de antaño. Solo unos años más tarde, siguiendo el ejemplo de los baños Szechényi, y habiendo ya recobrado su grandiosidad, se convertía en un baño mixto, donde mujeres y hombres, incluso familias, podían compartir los mismos espacios.

Como visitar el Gellert Spa

Es muy fácil llegar, inclusive a pie desde el centro de la ciudad, y apenas cruzando el Puente de la Libertad, del lado de Buda, encontrarás el edificio.

Los tickets se pueden adquirir online y aprovechar el acceso al spa por vía rápida para evitar filas o esperas. Los precios son los mismos que en la boletería, actualmente de € 24 por persona. Los tratamientos y masajes requieren obligatoriamente reserva previa y difícilmente puedas conseguir para el mismo día.

Recordá llevar contigo traje de baño, toallas y  calzado apto para una piscina. Pero, una buena noticias es que para aquellos que no tienen estos elementos, es posible alquilarlos en el lugar. Inclusive se permite el ingreso con comida que solo puede ser consumida en los espacios públicos destinados para tal fin. 

Si no tenés ganas de pasar un día de spa no importa, aprovecha algunas de las visitas guiadas que se realizan dos veces por día, los martes, jueves y sábados a las 11 y 15 horas. Por las dudas, y debido a los cambios actuales, te recomendamos visitar el sitio web del Gellert Spa en http://gellertspa.com/

Ubicado en un palacio neobarroco en el Parque de la Ciudad de Budapest, el Széchenyi es el complejo de baños termales más grande de la ciudad. Fue construido en 1913, y se ha expandido hasta contar con 15 piscinas cubiertas y tres enormes piscinas al aire libre de diferentes temperaturas. Es tan grande que conviene organizar un recorrido por las diferentes secciones. 

En el interior encontrarás saunas, baños de vapor, equipos de gimnasia acuática, bañeras de hidromasaje y chorros, y en el exterior también podés relajarse en piscinas climatizadas a 33°C  y 38°C. Estas aguas termales tienen un alto contenido de calcio, magnesio y carbonato de hidrógeno, y están recomendadas para aliviar el dolor en las articulaciones, la artritis y mejorar la circulación sanguínea. 

El complejo de baños Rudas fue construido al estilo de los baños de estilo turco del siglo XVI cuando Budapest estaba bajo el dominio otomano. La piscina octogonal central se encuentra debajo de una gran cúpula atmosférica que deja sin palabras a los visitantes. Además cuenta con una moderna piscina en la terraza con las mejores vistas del Danubio. 

Otro de los baños más famosos son los Lukács, que fueron inaugurados en la década de 1880,  a pesar que se cree que las fuentes termales del sitio datan del siglo XII. Las instalaciones incluyen una sauna de infrarrojos, un baño de vapor, una pared de sal del Himalaya – destinada a aliviar problemas respiratorios- y un baño de pesas, para tratar lesiones en la columna. Este complejo es el más comprometido con los tratamientos medicinales, sin embargo, el lugar alberga «Sparties«, un espacio para eventos de moda en la ciudad. 

Todo confluye en la ciudad de Budapest: salud, diversión y cultura.

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